Derecho TributarioTributos y Presupuestos

03/04/2018by Ideo Legal
https://www.ideolegal.com/wp-content/uploads/tributos-presupuestos-1280x853.jpg

Javier Martín Fernández

Publicado en Cinco Días el 3 de abril de 2018

 

Tal y como ocurrió con los Presupuestos del año anterior, la característica más importante del proyecto aprobado por el Consejo de Ministros para 2018 es la ausencia de medidas tributarias. Eso sí, merece destacarse que, en el IRPF, se contemplan algunas relevantes y con un impacto estimado de unos 2.000 mil millones.

En primer lugar, una bajada del tributo para los salarios más bajos. En este sentido, el mínimo exento, que actualmente se corresponde con un salario bruto de 12.000 euros anuales, se incrementa hasta los 14.000 euros. Además, se incrementa la reducción por rendimientos netos del trabajo para los salarios brutos entre 14.000 y 18.000 euros. Según el Gobierno, esta medida beneficiará a unos 3,5 millones de contribuyentes, de los que alrededor de 1 millón son pensionistas.

En segundo lugar, dos nuevos cheques (lo que se conoce como “impuesto negativo”). De un lado, el de natalidad, de forma que, con carácter general, la deducción de 1.200 euros anuales se incrementa en 600 euros por cada hijo en las familias que tengan la condición de numerosas. De otro, el de guardería, que permite la deducción de hasta un máximo de 1.000 euros por año para las madres trabajadoras por gastos de guardería de niños entre 0 y 3 años.

Por último, los actuales cheques familiares, se amplían para incluir una nueva deducción de 1.200 euros anuales por cónyuge por discapacidad.

En el IVA el tipo de gravamen aplicable al cine baja del 21 por 100 actual al 10 por 100 y que ya se aplica a los espectáculos en directo.

Una vez más y desde el punto de vista de la técnica tributaria, esta ausencia de innovación es de agradecer. Afortunadamente dejamos atrás un sinfín de reformas que han afectado a los principales figuras de nuestro país (IRPF, IS e IVA). Un marco tributario estable ofrece seguridad a los operadores y, por ello, constituye un factor de competitividad de nuestra economía. Sin duda, todas ellas se habrán querido dejar para el nuevo sistema de financiación autonómica y local, que aquellos esperan como agua de mayo.